Mi viejo era un fana lector de Historietas. Y un talentoso artista amateur. Viviendo en Córdoba y después de incursionar en publicidad, se dedicó al Derecho como salida laboral. Creo que heredé los genes y él me inculcó el amor por la historieta. No sé si maestros artísticos, pero artistas a los cuales he tenido como guía e inspiración. Lo primero que me pegó a los 8 años fue el Príncipe Valiente que republicaba Columba, lo coleccioné hasta los 18. El Sunday de Víctor de La Fuente. Tte. Blueberry de Giraud. Los trabajos de Francois Bourgeon. Aldo Di Gennaro, Micheluzzi y Toppi. Mort Cinder de Alberto Breccia. Savarese, de Mandrafina. Joe Kubert y Alex Toth. Todo lo que me gustaba estaba resumido en ellos.