REPORTAJE A GABRIEL REARTE,
por Ariel
Avilez (avilezavilez@yahoo.com.ar)
En el último lustro, la desaparición de las últimas grandes
editoriales de historietas y con ellas la de las últimas revistas de antologías,
ha limitado mucho el campo de acción de nuevos artistas locales. Noveles y
talentosos guionistas y dibujantes argentinos han recurrido a la autoedición o
la búsqueda de mercados extranjeros que les permitan desarrollarse; Gabriel
Rearte pertenece a este último grupo. Muchos lo
conocemos por su trabajo en "El joven Nippur" y por
sus colaboraciones con Walther Taborda ,
pero no hemos tenido la oportunidad de ver y disfrutar su natural evolución
artística. Para conocer un poco mas acerca de este
talentosísimo dibujante y atentísimo muchacho, lo
entrevistamos el 17 de enero de 2003 en un porteñisimo
bar del centro.
· (Ariel Avilez): ¿Podría
contarnos algo sobre su acercamiento al mundo de la historieta?
· [Gabriel Rearte]: Mira podría
decirte que mi vida, ha sido sinónimo de historietas. He leído desde "Afanancio", las ediciones de Novaro ("Superman" y todos los héroes de DC), "Periquita",
"La pequeña Lulu" - que era una de mis preferidas -,
hasta lo que te puedas imaginar. Supongo que el gusto por el arte secuencial es
algo muy determinante, y cuando sos chico y manifestás esa tendencia y no es solamente que podes hacer
algo de la nada -crear, en definitiva -, marca no solamente una dirección en tu
propia existencia, sino que saber cultivar, llevarlo adelante, el crecimiento de
uno mismo en relación a eso, es también otra forma de apropiárselo. Es como
crear una conciencia entorno a eso que vas haciendo; es la única forma en que,
creo yo, uno puede crecer, progresar.
· (A.A.): Ud. Es muy joven. ¿Cuando y donde nació?
· [G.R.]: Yo nací en Capital
Federal, el 14 de julio del 1971. Mis viejos también son de Capital, pero viví
casi toda mi vida en provincia, en San Fernando.
· (A.A.): ¿Cuáles son sus
primeros estudios formales de dibujo?
· [G.R.]: No tengo estudios
formales de dibujo. Soy completamente autodidacto. Como te decía al principio,
son determinaciones de uno que lo van constituyendo, son como esas
determinaciones de chico...
· (A.A.): Innatas...
· [G.R.]: Son innatas y se pueden
ir diversificando o no, se puede perder o no, y hay algunos como yo - como
muchos de los que hacemos esto que las han diversificado, que han seguido por
esa senda y han seguido cultivándolo y, en ese sentido, han ido progresando.
· (A.A.): Claro. ¿Y como
desarrollo esa auto educación?
· [G.R.]: De chico, mirando mucho
cine. Lo curioso en mi caso particular es que muchos de mis referentes no son
solamente visuales sino que alimentaron también esa tendencia ciertas lecturas y
la música misma, también.
· (A.A.): ¿La música?
· [G.R]: Si, claro. Podría
decirte que, ahora, los mayores estímulos para hacer lo que hago vienen de la
música, el tango, el jazz, el folclore... Son como distintos canales que van
vertebrando eso que, si, están innatos en uno pero que se desarrollan de otras
formas enfocándolos desde otro punto de vista. La gente que escribe puede llegar
a decirte algo parecido, sobre todo alguien como Carlitos Albiac o Robin Wood con respecto a sus
propias experiencias de vida.
· (A.A.): ¿Y como comienza hacer
público su trabajo?
· [G.R]: Y... mi trabajo empieza
a ser público en el momento en que empiezo a regalarlos a mis tíos, a mis
hermanos, a mis tíos abuelos, a mis primos y... Pero bueno, el comienzo
comercial - formal es a partir de
· (A.A.): ¿Cómo llega a conocer a
Albiac?
· [G.R]: Haciendo un poco el
derrotero de todos los dibujantes cuando se inicia: llevando muestras. Por
intermedio de Repiso, que en ese momento trabaja en "
· (A.A.): ¿Cuál sería su primera
publicación?
· [G.R]: Mi primera publicación
profesional fue, justamente, con Carlos Albiac... creo
que fue "
· (A.A.): Cuentéenos un poquito
acerca de cómo llega a trabajar con Taborda y en que
consistía su trabajo.
· [G.R]: Con Walther empezamos a trabajar juntos en unos capítulos "Robox" - eso salió por Columba -; creo que fue una miniserie
de seis capítulos...
· (A.A.): ¿Con guiones de quién?
· [G.R]: No estoy seguro si eran
de Mazzitelli o de Slavich.
Pero esa fue la primera aproximación concreta y esto es determinante también en
muchos otros sentidos. El estudio, la experiencia del estudio, para un dibujante
novel, es no solamente gratificante y sacrificado al mismo tiempo, sino que es
un aprendizaje insustituible. No solamente la apariencia de trabajar a la par
del momento creativo, sino también por lo que te otorga en cuanto al ritmo de
producción en continuo aprendizaje, el intercambio humano, sobre todo cuando se
da esa relación de alguna forma impar del que aprende y del que enseña; del que
va guiando, del que tiene la batuta y el que va asimilando.
· (A.A.): ¿Usted hacía los
lápices, las tintas, los fondos...?
· [G.R]: Hacia un poco de todo,
hacía fondos y tintas de fondos. Aunque recuerdo un par de páginas donde Walther viendo lo solvente que era mi trabajo en cuanto a
prolijidad y pulcritud - que eso fue lo que no llamo al principio la atención
porque compartimos ciertos puntos de vista, perspectivas -, se animó a darme
algunas páginas con su lápiz original para que yo las entintara. Pero por lo
general empecé haciendo fondos implantando alguna que otra página en lápiz.
· (A.A.): ¿Cómo llega a trabajar
en "El Joven Nippur"?
· [G.R.]: A "El Joven Nippur" llego después de trabajar tres años
ininterrumpidamente, en "El Peregrino" asistiendo a Walther Taborda. Eso es - como te
decía antes en la entrevista - algo que siento muy propio, algo que de hecho y
no de palabra hicimos junto a Walther, y con mucho
cariño, con mucho esfuerzo también; porque trabajar no solamente para Italia -
en lo que era para Walther la primera experiencia de
trabajo de producción - sino también bajo el mando de Robin (Wood) que es una especie de
leyenda viva, uno de los pocos exponentes de
· (A.A.): ¿En "El Peregrino"
comienza a trabajar desde el número uno?
· [G.R.]: Si. Y los comienzos
fueron muy esforzados porque, al menos hasta el número nueve o diez, nosotros
estábamos señalados todavía por la impronta del trabajo mucho más personal y,
quizá desde cierto punto de vista, más vanguardista, más búsqueda personal, que
era el trabajo individual de Walther con Carlitos Albiac, pero que no era
lo que requería Robin ni el gran mercado italiano, el
gran público. Así que lo interesante también del caso es eso que se da también
en todas las fases del crecimiento de una persona cuando se produce la salida
del egocentrismo para acomodarse al mundo exterior. Y nosotros nos acomodamos a
la perfección a las exigencias del mercado del arte comercial de ese momento; y
logramos una serie que, como ves, Columba publico hasta el número sesenta, casi.
Creo que la calidad se sostuvo, no hubo bajones y lo mejor: nos dio grandes
satisfacciones en el plano artístico y laboral.
· (A.A.): ¿Es a partir de esto
que Robin Wood lo llama para
trabajar en esta nueva serie?
· [G.R.]: En un principio Robin y Walther estaban tratando
de llevar adelante "Nippur de Lagash" y "El Joven Nippur"; pero
como Walther vio que le era materialmente imposible
hacerse cargo de las dos series y como sabía que había cierta solvencia y que
podía confiar en mí, me llamaron. Robin un poco
valientemente, se tiro a la pileta y dijo: "Vamos a ver que hace este pibe"; y
bueno, fue así: me lo tome tan seriamente que me llamo esa misma noche, como a
las nueve, nos presentamos y me dijo: "en la mañana quiero doce páginas de
muestras de "El Joven Nippur", que es un personaje
así, asá..." y bueno, sin dormir por supuesto, marché
a Columba a primera hora de la mañana, lo vi a Robin, los vi a los otros editores
y co-editores, y se mostraron muy satisfechos. Fue así
que me dieron el primer guión.
· (A.A.): ¿Cuál fue la impresión
que se llevo de Robin Wood?
· [G.R.]: La de estar frente a
una persona de otra época, pero en el mejor sentido de la palabra; es una de
esas personas bien asentadas en su humanidad. Muy franco, muy cordial... con esa
cordialidad un poco en desuso, un poco fuera de tiempo, como aquel viajero
argentino que quedo anclado en Dinamarca y que vuelve a su querido Buenos Aires,
un poco con ese aire de melancolía y también con ganas de hacer cosas; eso fue
lo que a mi también me entusiasmó, porque además de ser un lector de Nippur de toda la vida y también de todo el resto de la
producción de Robin, me di cuenta que, a nivel humano,
era enormísimo. Yo pensaba que gratificaciones como esas las iba a tener mucho
más adelante en mi vida... y se me presentaba así, casi al inicio de mi carrera,
muy tempranamente. Ese mismo empuje yo lo sentía como propio. Vos fíjate que
Nippur - Nippur solo, no
hablemos ni de "Dago", ni de "Savarese", ni de "El Ángel", ni de
"Dennis Martín", ni de "Los Amigos" -, solamente de
Nippur tiene un galería de personajes donde cada uno
tiene un peso por sí mismo: se podría hacer tranquilamente un spin-off de cada uno de ellos, de
Hattusil, de Ur-El, de Karien,
· (A.A.): En otro país hubiera
sido más explotado el personaje de Nippur; y también
su universo...
· [G.R.]: Tiene un universo
propio, exactamente. Así que me pareció fantástica la idea de hacer "El Joven
Nippur".
· (A.A.): ¿Usted tiene algún dibujante de Nippur que le haya interesado especialmente por su modo de encarar el personaje?
· [G.R.]: Te podría hablar de épocas de mi vida y de épocas del
dibujante que me marcaron artísticamente, por ejemplo, Ricardo Villagrán., fue el primer dibujante de Nippur que me influenció muchísimo; le siguió, por supuesto,
Lucho (Olivera), cuyo primer Nippur descubrí mucho
después y quede marcado también por esa soltura, por esa libertad del trazo sin
límites. También me gusto muchísimo la etapa de Mulko;
y podría hablarte también de un dibujante que no ha sido reconocido todo lo que
se merece, que es Leopardi, que muchos
superficialmente lo podrían catalogar de seguir la línea de lucho, y que me
marcó con un sello muy propio y muy personal toda esa fase de Nippur que a él le toco dibujar.
· (A.A.): ¿Usted, aporto alguna
idea para el desarrollo de "El Joven Nippur" en sus
charlas con Robin Wood?
· [G.R.]: Hablamos muchísimo de
"El Joven Nippur" y de lo que queríamos llevar
adelante. Recibí los dos guiones de manos de Robin
Wood y sentí inmediatamente propias esas historias
porque encajaban también con lo que yo podía haber tenido en mente como
perspectiva para un personaje así. En el capítulo dos ya estoy mucho más
familiarizado con la idea y con el personaje: lo veo hoy y me produce orgullo,
bah; lo hice con muchas ganas... Por iniciativa propia
lo alargue muchas más páginas, porque era una historia en sí maravillosa y el
personaje era tan encantador, tan rico que... por mí le hubiera agregado diez
páginas más.
· (A.A.): ¿Llego a recibir un
número tres?
· [G.R.]: Lamentablemente no. Te
diría que todavía lo estoy esperando (risas) Columba empezó como a entrar en un
mar de idas y vueltas; el contacto con Robin un poco
se perdió - a Robin no llegué a verlo más cada vez que
vino - y parece ser que la idea en sí, a pesar de todo lo que potencialmente
ofrecía, simplemente no se llevó a cabo.
· (A.A.): Acerca de esa potencialidad. ¿Tenían pensado algo a largo plazo como, por ejemplo, la muerte del padre de Nippur?
· [G.R.]: Yo creo que, conociendo
a Robin, son cosas que se podrían haber dado. Pero no
lo hablamos.
· (A.A.): Por ejemplo, yo note
que en el primer episodio Ud. dibujo al padre de Nippur con una de las famosas espadas esas que tenían las
calaveras en sus pomos. ¿Fue idea suya?.
· [G.R.]: Claro... eso fue un
aporte mío.
· (A.A): La verdad que estuvo
bárbaro. Daba para hacer mucho...
· [G.R.]: Vos imagínate, aparte,
que era también para darle esa uniformidad y la continuidad con lo que después
vino cronológicamente; y de paso hacía un homenaje (risas). Lamentablemente, yo
creo que no seguimos adelante, más que nada por falta de tiempo y de sentido
estratégico.
· (A.A.): Después de eso, lo
último que vimos de Ud. acá en el país fue "El Eternauta: Odio Cósmico". ¿Cómo fue su participación en el
proyecto?.
· [G.R.]: "El Eternauta: Odio Cósmico" llega en el momento en que estoy
ayudando a Lito Fernández con algunos unitarios,
haciendo bocetos a lápiz, entintando fondos... todo para Italia. Y bueno, el
proyecto llega de la mano de Pablo Muñoz, previo llamado de Walther, que es el que me propone hacer un comic de "El Eternauta", un comic a la americana en donde uno se encarga del lápiz, otro
de la tinta, y el formato era el mismo - veintidós o veinticuatro páginas - ; en
sí y en su momento, y aunque no pudo haber cubierto las expectativas de todo el
mundo por todo lo extra-literario que hay, por todo lo anecdótico que hay, me
pareció novedoso y muy bueno. Además estaba el aliciente de que Ricardo Barreiro
estaba haciendo los guiones: era trabajar con él, también.
· (A.A.): Participo en el último
guión que entrego Ricardo Barreiro, ni más ni menos...
· [G.R.]: Tal cuál, porque el
siguiente es un plot de que participaban Pablo Muñoz y
Ricardo, pero que Ricardo, creo, no llegó a escribir.
· (A.A.): Perfecto. Después de
esto, a Ud. le perdimos el rastro, así que cuéntenos,
por favor, que siguió haciendo.
· [G.R.]: Hacía un año largo ya
que venía preparando mi carpeta de muestras para ir a
· (A.A.): ¿Estos editores de que
editoriales son?
· [G.R.]: Por ejemplo de Image; yo he publicado principalmente a través de Image. He hecho también hace poco un fill-in para "Wonder Woman" con guión de Phil Jiménez.
Últimamente estoy trabajando para algunas independientes como Avatar Press y Moonstone Books, que es la editora de "Phantom", "El Hombre Invisible", "Robin Hood"...
· (A.A.): ¿Tiene algún modo de
saber las repercusiones de su trabajo en el público?.
¿Le han llegado comentarios?.
· [G.R.]: Sobre todo comentarios,
no solamente de los editores, sino muchas veces de los fans, incluso también de los profesionales del propio campo;
por ejemplo, muchas veces me llega el mail de un entintador que trabaja para la
misma editorial y ve tu trabajo y siente la necesidad de decirte: "Che, que
bueno está", y eso es una gratificación muy grande, porque trabajar a la
distancia te hace pensar "¿Será esto cierto?. ¿Para
quién estoy trabajando?"; muchas veces se siente esa perspectiva. Por suerte,
están esos contactos que te hacen poner los pies sobre la tierra y saber que
existís en el mercado yanqui; también es como actualizar la relación que en el
fondo se establece y que es la estricta y peladamente laboral. Muchas veces está
el prurito del artista, llámese dibujante, entintador, colorista, que se cree
que es Dalí y Picasso en uno solo... y eso no ayuda
para nada y también cierra perspectivas y horizontes propios.
· (A.A.): Específicamente ¿Qué es
lo que esta haciendo en estos momentos para EE.UU.?
· [G.R.]: Ahora estoy haciendo un one-shot que se llama "Lone Wolf", para Moonstone Books (si quiere ver unos adelantos visite el siguiente sitio: www.moonstonebooks.com/newtitles/lonewolf). Estoy haciendo "Pandora" para Avatar Press, y para la misma editorial, trabajo en un imprint que coordina Warren Ellis.
· (A.A.): ¿Trabaja para Italia o
para toda Europa?
· [G.R.]: No lo veo próximo para
mí, no forma parte de mis ambiciones publicar en Europa. Me gustaría más que
nada afianzarme y hacer una carrera todo lo firme que se pueda en el mercado
americano, que es lo que me interesa.
· (A.A.): ¿Cuáles son sus
proyectos a largo y corto plazo?
· [G.R.]: Como te decía, una meta
que a nivel personal me gustaría alcanzar es el lograr afianzar mi carrera en el
mercado norteamericano. Al mismo tiempo, dentro de esos límites, poder
desarrollar mi propio estilo, lograr que mi estilo progrese, evolucione: eso es
lo que me hace, sobre todo, mantener el entusiasmo cada vez que me planto frente
a una página en blanco, saber que hay mil millones de cosas que desconozco y que
puedo empezar a aprender y a poner en práctica al tiempo que las asimilo y las
reproduzco... ir perfeccionándose a la par que uno va conociendo. Me encantaría
dibujar todos los iconos con los que uno ha crecido.
· (A.A.): ¿Qué personajes le
interesan especialmente?
· [G.R.]: Diría todos los de
Marvel. Y últimamente empecé a leer más y a
profundizar más en el universo de DC Comics; y así
como me he interiorizado, podría decir que mi estilo ha progresado también en
ese sentido; ojo, dentro del amplísimo campo del arte comercial. Si vos me
preguntas, bueno. ¿Esto a que escuela pertenece?. ¿Cómo
definirías tu estilo?. Te diría que es el típico de los
comic books, y eso a mí me
llena de orgullo porque era una meta, lo sigue siendo y sobre todo el desafío y
el aliciente de poder progresar dentro de esos límites, límites que son tan
flexibles que permiten que haya un Mike Mignola, que haya un Ron Frenz,
que haya un Frank Miller...
· (A.A.): Dentro de lo popular
hay un lugar para lo artístico...
· [G.R.]: Exactamente... y esa es
la gran enseñanza de Columba. Volviendo al caso de Robin Wood, sus guiones, muchos de
los guiones de Nippur son casi poesía pura...
· (A.A.): Para ir terminando.
¿Cuál es el futuro que le ve a la historieta argentina y a sus artistas?
· [G.R.]: Yo estoy escuchando y
leyendo esa pregunta y ese cuestionamiento desde que tenía más o menos diez
años, más o menos desde la época del correo de lectores de la antiquísima Skorpio...
· (A.A): Descubre la insolvencia
de este entrevistador...
· [G.R.]: (Risas). No, de ninguna
forma. Siempre sigue habiendo esperanzas para los que estamos aprendiendo
todavía y creo que hay posibilidades de progresiones, y bueno, eso no deja de
ser una esperanza para los que aprenden y se esfuerzan todavía. Lo interesante
del caso sería que los que empiezan, perseveren y que no se cansen, sobre todo,
- fundamentalísimo - de aprender: que no se anquilosen en lo que saben y que no
crean que por saber seis o siete cosas se termino el camino. La clave está en
todo lo que le a uno falta por conocer y asimilar. Yo creo que esa enseñanza que
nos deja, por ejemplo, seguir hojeando antiguas revistas que no están señalando
todo lo que nos falta, todo lo que nos cuesta, también, crecer.
· (A.A.): Bueno. Muchas gracias.
· [G.R.]: No, gracias a vos.