REPORTAJE A WALTHER TABORDA, por

Daniel Vigide Agre y Ariel Avilez (avilezavilez@yahoo.com.ar)

Taborda, Teen Avilez y Rearte

La calurosa tarde del 27 de diciembre de 2002 nos encontramos con Walther Taborda en un simpático bar del centro porteño y sostuvimos con él una conversación con pretensiones de reportaje. ¿Quién no conoce la excelencia de la obra de Taborda?. ¿Qué palabras halagüeñas podemos improvisar para referirnos a sus historietas, que no se hayan dicho antes?. Valga, entonces, destacar dos virtudes que quizá no hayan sido lo suficientemente difundidas; primero, Taborda es generoso: con su tiempo, con su paciencia y su simpatía; segundo, Taborda es el sueño del reportero inexperto, basta una palabra, una frase del entrevistador, para que Don Walther desentierre de su prodigiosa memoria preciosos datos y deliciosas anécdotas que, a continuación, procedemos a compartir.

· (Daniel Vigide Agre): Contanos si de chico leías historietas, que leías y si de ahí comenzaron a surgir influencias para lo que después sería su trabajo.

· [Walther Taborda]: Mira, yo de chico leía todo lo que caía en mis manos. La historieta era la columna vertebral de mi vida, de mi infancia. Encima, tenía la suerte de tener a un tío y una abuela fanáticos de Columba; o sea, lo que no compraba yo, lo compraba mi tío o mi abuela. Una cosa que yo recuerdo gratamente de mis veranos era cargar en mi bicicleta los paquetes de revistas de Columba de mi abuela, y canjearlos dos por uno y llevarle las revistas que supuestamente no había leído. Mi viejo también compraba revistas muy raras que hoy, cada tanto, se encuentran en casas que venden cosas viejas como "Fabián Leyes", "Diabolik"... cosas como "El Planeta de los Simios" dibujados por Mulko, "El Hombre Nuclear", "El Hombre del Rifle"dibujado por Casalla... en fin, cantidad de material basado en series televisivas que salían durante tres o cuatro años seguidos, y con muy buenos dibujantes. Y después todo lo que llegaba desde afuera ¡"Mortadelo y Filemón"!, todo lo que caía en mis manos y que estaba metido en cuadritos con globitos.

· (Ariel Avilez): ¿Estamos hablando de que década?.

· [W.T.]: Década del ´70...

· (A.A.): O sea, Nippur, ya estaba dentro de...

· [W.T.]: Sí, sí. Si yo tengo que decir un personaje clave de mi infancia, fue Nippur. Digamos, uno buscaba las revistas, leía primero Nippur y luego lo demás. Bueno, también algún Gilgamesh...

 Nippur hiper inédito

· (A.A.): ¿Y ya venía reconociendo dibujantes y guionistas, o leía como niño nomás?

· [W.T.]: No, leía como chico. Aparte - no sé si hoy se da todavía - tenía un grupo de amigos - hoy gente grande, menores de cuarenta, con hijos ya - que todavía veo y para los cuáles, hoy el comic perdió sentido. Y sin embargo, cuando éramos chicos, éramos locos del comic que nos canjeábamos revistas y nos poníamos de acuerdo... por ejemplo, con un gran amigo acordábamos que él comprara las de Record y yo las de Columba y nos canjeábamos las revistas; y de hecho leíamos casi todo lo que salía al mes, así conocimos a "Bárbara" en Record, por un lado, y a "Kayan", "Dax" - éramos fanáticos de Dax -, todo lo que salía de Columba, por el otro. La pregunta se contesta con eso, la infancia llena de historietas.

· (D.V.): ¿Y ya tenés influencias de lo que después es tu trabajo?. ¿Algún dibujante o algún estilo te pega fuerte?.

· [W.T.]: Mirá, yo me acuerdo - no quiero darle un sentido mítico a esto -, me acuerdo que una tarde cayo en mis manos - me acuerdo de esa tarde como si fuera ayer - una Skorpio, y en lado de atrás Saccomano y Trillo hacían una especie de monográfico acerca de un autor o de una tendencia o de una escuela... y bueno, salió una nota a Moebius... y había viñetas de Moebius: cuando las vi, en ese momento me di cuenta que no iba poder parar dejar de dibujar. A partir de ese momento empecé realmente a tratar de ser dibujante.

· (A.A.): ¿ Para ese entonces, ya tenía algún estudio formal de dibujo?.

· [W.T.]: Nada, absolutamente nada. Si en mi familia había gente que se dedicaba al dibujo, pero nada. Yo dibujaba y ellos me explicaban alguna cosa... Tengo un tío que es filetero, que fileteaba colectivos; yo iba lo molestaba, encima trabajaba en un taller cerca de mi casa y yo iba con mi vieja a hacer los mandados y me quedaba en el taller cuando el fileteaba los colectivos y mi vieja me pasaba a buscar después. Lo molestaba todas las mañanas, entonces el tipo me explicaba alguna cosa pero como para que yo no lo molestara tanto. Después tengo una tía, que es mi madrina también, que estudio en Bellas Artes y alguna cosa que me explicó también, cosas de pintura, pero nunca orientada a la historieta. Después tengo un primo que es cartógrafo militar, ya retirado, y los primeros Rotring que vi en mi vida los vi en casa de él... pero nada. Yo empecé a estudiar dibujo a los 15 años con Oswal, y estudiaba también dibujo artístico con (José) Marchi, un artista impresionante, magnífico, yo creo que hay que tener mucho valor para estudiar con él porque es magnífico como dibuja y vos te sentís una basura microscópica y te cuesta creer que ese tipo algún día no supo. Me enseñó muchas cosas ese hombre. Y bueno, a partir de ahí estuve en Bellas Artes unos 4 años. A los 16 años empecé de asistente en el estudio de Julio Medrano, que es un dibujante ya retirado, y bueno, el trabajaba para Dinamarca, para Alemania, haciendo Comics ¿no?. Y a su vez era un dibujante muy requerido por las agencias de publicidad de aquella época. En fin, a la mañana iba a la secundaria, los viernes y sábados estudiaba dibujo, y los demás días, a la tarde, después del secundario, me iba con el uniforme al estudio de este hombre - Medrano - de quién era asistente, pero el asistente pinche digamos.

· (A.A.): ¿Y sus primeras historietas publicadas acá, en la Argentina, aunque más no sea como ayudante?

· [W.T.]: Eran historias unitarias las que firmaba con él. Las series no las firmé salvo la última que hice con él, cuando yo tenía 18 años, que se llamaba "Cero", una serie que hizo para la Eura Italiana.

· (D.V.): ¿Y te acordás en que serie colaboraste sin firmar?

· [W.T.]: Una que se llamaba "Un aventurero", y que el personaje tenía la cara copiada de Robert Redford (risas). El tipo tenía pilas de libros de Robert Redford y lo sacaba igual. Eso salió en Dinamarca y yo trabajaba toda la parte del fondo, escenografía. El me enseñó a ser un buen fondista, un gran fondista en un determinado momento. El mismo trabajo que yo hacía, lo hacía antes que yo, Alcatena; cuando se va Quique Alcatena entra Risso, cuando se va Risso entro yo. 

·(A.A.): ¡Fa! ¡Que dinastía!. 

 

·[W.T.]: Medrano una de las cosas que siempre decía era: "yo en seguidilla tuve" - yo digo lo que el decía, no es que yo lo crea - "los tres grandes dibujantes que salieron de este país los formé yo: Alcatena, Risso y Taborda".

· (A.A.): Y no es para menos.

· [W.T.]: A mí me lo decía cuando yo todavía no hacia nada ¿viste? a lo mejor para darme ánimo.

· (D.V.): Y de Medrano ¿pasas a trabajar con otro?

· [W.T.]: Hice cosas con Lalia, le plantaba el lápiz... pero inmediatamente Medrano me contactó con el agente que mandaba trabajos desde acá para Italia, para la Eura. Ahí empecé a hacer miniseries, historias cortas. Tendría unos 19 años.

 Boceto                Terminado

· (A.A.): ¿Y quiénes eran sus guionistas?

· [W.T.]: Oscar Armayor era uno - que no sé que estará haciendo -. Y nada más y nada menos que Ray Collins; hice varias cosas con Ray Collins, que es un guionista que yo admiro y siempre admiré... Una de las cosas que yo leía en Columba era, por ejemplo, "Grand Prix", que me volvía loco...

· (A.A.): Con Macagno...

· [W.T.]: Con Macagno ¡cómo dibujaba los autos Macagno!. Yo me pasaba horas mirando los cuadritos... encima eran del tamaño de una estampilla, el tipo hacía tres autos derrapando en una cosita así, que era impresionante.

· (A.A.): ¿Cuál sería su primera gran historieta?

· [W.T.]: Creo que fue "Cero Buenos Aires", con Carlos Albiac.

· (A.A.): Para ediciones de la Urraca...

· [W.T.]: No esa fue para la Eura. Fue extrañísimo, los italianos le pusieron "Buenos Aires Città Zero" pero no le cambiaron nada, porque la historia se desarrollaba en un pedazo de Buenos Aires que era arrancado y llevado al espacio... y bueno, había un hincha de Boca y el tipo andaba con la camiseta a los tiros, matando gente...

· (D.V.): Incomprensible para Italia.

· [W.T.]: Una cosa muy linda que me pasó cuando fui a Roma en el '97, cuando fui a visitar a los editores después de avisarles que me esperaran, fue que, cuando estaba hablando con el editor, viene uno de los asistentes que hoy en día es uno de los más importantes y me dice - en italiano - "mirá, Walter, lo que te junté", y pone encima de la mesa una pila enorme de Lanciostory, que era la revista en donde yo publicaba: me había juntado todos los números de "Cero Buenos Aires", los 12 números que yo no tenía.

· (A.A.): Que bárbaro. ¿Y acá cuando se publicó?

· [W.T.]: Acá se publicó - y fue una lucha publicarlo- en la Revista Fierro. Se publicó completa. Nosotros la llevábamos con Carlos Albiac a la redacción, dábamos el paso que daba todo hombre nacido bajo este sol que quería publicar en la Urraca: ibas a la redacción, dejabas el trabajo y dejabas tus señas; bueno, eso hicimos nosotros. Eso es lo que yo quise hacer, porque en realidad Albiac quería hablar directamente con Cascioli. Pasó el tiempo y nos la devolvieron, Juan Manuel Lima nos dijo que no, que era muy clásico en algún sentido. Y cabrón como es Catulo Albiac dijo en ese momento: "má si, yo me voy a verlo al tano". Se subió al ascensor que llegaba sólo hasta el piso anterior al último, que era donde estaban las oficinas de Cascioli, que eran como un búnker, y que eran su estudio también; nos bajamos, fuimos caminando por una escalera interna que había ahí entramos y bueno, se lo mostró al tano y el tano dijo: "pero la puta, que bueno es esto: ya sale en el número que viene". Y salió. Lima no la quería sacar porque eran 12 capítulos, y Catulo Albiac le mintió y le dijo: "mirá, vamos a hacer una cosa: yo te la corto en 7". Era imposible - risas -. "Bueno, bueno", dijo Lima. Cuando iba llegando al capítulo 5 le preguntó: "¿y cómo va?", "bien, bien" le decía Albiac ¡y yo sudaba!.

· (A.A.): Estos eran trabajos en blanco y negro ¿y ese laburo en "La Parda" que salió en color?

· [W.T.]: Mmmm... Eso quedó en el medio, es anterior. Eso fue por un asunto que me llamaron cuando yo lo iba a visitar a Medrano al estudio, y Medrano tenía un ayudante (Gabriel) Bagnato, y Bagnato se había metido en una especie de cooperativa porque él militaba en la J.P. y justo subió Menem, y él no sé que contacto tenía con la gente de cultura y bueno, consiguió un subsidio para sacar una revista de historietas. Entonces él empezó a agrupar gente para que produjera material, y no sé quién fue que decidió que, como yo trabajaba para Italia, era supuestamente el más profesional de toda esa gente que se había juntado, y que era gente joven, bueno, alguien decidió darme a mí la serie principal, que iba a ser sobre la Guerra de las Malvinas. Me pareció un reto importante.

· (A.A.): Tuvo varios guionistas esa serie. ¿Verdad?

· [W.T.]: Sí. Justamente el problema era que todos querían hacer cosas, pero nadie era profesional en actitud, no en técnica. En técnica uno disimula con las ganas, con el empeño... no había actitud. Era como que todos se peleaban; había un guionista que quería mostrar a los milicos como la peor mierda del universo, y la serie de Malvinas era eso: se tenía que mostrar la basura que habían sido los militares, como se escondían.

· (A.A.): Los oficiales, en este caso...

· [W.T.]: Claro, como los chicos estaban estaqueados y eso... pero la onda principal de la historia del que había concebido esa idea, que era Bagnato, era mostrar la parte heroica de la guerra. Entonces, habían conflicto que terminaban en reyertas personales y se cagaban a puteadas... y como el tipo mandaba decía: "no, mirá, esto es así"; entonces por eso los guionistas pasaban y pasaban y pasaban.

 Nippur autografiado

· (A.A.): ¿ Cómo llegamos a Robin Wood?

· [W.T.]: Robin Wood fue una de las cosas importantes que me pasó. En una de esas tantas renovaciones que tuvo Columba, ponen a una señora al frente de la editorial que no sé muy bien de donde venía. Creo que trabajaba en las oficinas internas. Lo que se le ocurre a esta señora es renovar Columba y convertirla en una especie de ghetto de publicación sudamericana pero con influencias europeas: quería tener buen papel, material a color pintado a mano. Entonces comienzan a llamar a una cantidad determinada de dibujantes que estaban trabajando para Europa. Y me llaman a mí. Aunque ya en Columba había hecho cosas. Siempre quise trabajar para Columba, desde muy chico, por eso tuve - lo admito - un trato preferencial en Columba, porque yo era un chico de 13, 14 o 15 años que iba a llevar muestras y a lo último ya me invitaban a tomar una Coca, a comer; porque era tal la porquería que yo llevaba, y como insistía, insistía e insistía, ya era muy simpático y me conocían todos ¿no?. Entonces ya era como de la familia, realmente. Bueno, el asunto es que me mandan a llamar y empiezo a hacer algunas cosas, unas se publicaron, y otras no porque eran muy raras, la base era la experimentación. Yo encima estaba estudiando el Profesorado de pintura en Bellas Artes - estaba medio loco - y se hicieron miniseries y unitarios muy raros. Entonces todas esas cosas muy locas y muy raras, un día, en uno de sus viajes de Europa a Argentina, las ve Robin Wood en la editorial. Y una tarde me mandó a llamar. Me llaman por teléfono: "Robin Wood quiere hablar con vos". Yo a todo esto creía, ya siendo un joven veterano, que Robin Wood era un paraguayo que se llamaba, no sé...

· (A.A.): Eusebio López.

· [W.T.]: (risas). Tampoco nunca había preguntado, ni nada. Robin Wood era un mito. Yo había estado en Columba cinco o seis años y jamás lo había visto.

· (A.A.): ¿Qué dibujo usted en Columba antes de esa nueva etapa?

· [W.T.]: Hice dos capítulos de "El Barón" ¡Era de Robin Wood!. Pero después me entere que Robin Wood no lo había hecho: la había escrito Ferrari y la había firmado Robin; cosas que se hacían antes... Después hice tres capítulos de "Argón", después hice un capítulo de algo que se llamo "Blader", que nunca salió; el guión era de Marcelo Ciccone, era como un "Motorista Fantasma" ("Ghost Rider), un tipo que era un espíritu, que andaba en una moto... para Columba era una locura. Estuve también a punto de hacer una serie que después se convirtió en una serie de culto, que fue "Python" y que finalmente hizo Ibáñez.

· (D.V): ¿Cuál es tu opinión de esa etapa de Columba?. Porque fue bastante combativa, a veces, por los lectores que estaban acostumbrados a un tipo de material que, violentamente, les cambiaron por otro material.

· [W.T.]: El gran problema fue que no lo sostuvieron en el tiempo como para que la gente se acostumbrara. Yo vi cartas de gente que estaba ofendida realmente porque les estaban quitando algo que era un valor cotidiano de décadas de su vida, cuando iban a comprar el "Crónica" y "El Tony". Y de un día para el otro no salía más "Beto Navarra", salía Walther Taborda que hacía una cosa toda loca y Saichann haciendo los cogotudos. ¿Viste? ¿En que nos quedamos?. Nos fuimos por las ramas...

· (D.V): Estábamos en Robin.

· [W.T.]: Ah, Robin. Bueno, Robin me mando a llamar, yo accedo y me entero que hacía rato tenía un contrato muy importante con la Editorial Eura para proveerle material, sobre todo, material de éxito. Y él tenía una serie escrita hace mucho tiempo, que era "El Peregrino", en la que ya habían probado varios dibujantes y de la que ya habían dibujado capítulos enteros que se habían editados en Italia. Pero bueno, a él no le gustaba y entonces la cortaba. Y como Eura tenía ciega confianza en Robin, aceptaba ese tipo de decisiones extrañas, como por ejemplo la del "El Peregrino", que se dibujo tres veces y se publico tres veces hasta que la arranque yo. Y bueno. Fue muy rápido. Me lo presentan, lo voy a ver a un apart hotel que él se alquila cada vez que viene acá en Buenos Aires, en Retiro, un lugar muy lindo. Y bueno, conocí un personaje maravilloso, un tipo al que realmente le tengo muchísimo afecto, muchísimo. Un tipo muy especial, un tipo muy culto, realmente muy culto. Yo estoy hablando de la faceta que yo conocí, porque yo vi la careta que él tiene para el público, careta bien ¿no?. Porque a él le gusta darle a la gente lo que la gente quiere de Robin Wood. Se hizo una cosa muy loca, muy rápida. Me dice una cosa que fue muy cierta en alguna medida: "Si vos empezás a trabajar conmigo, vas a subir de categoría en Italia". Cosa que es cierta. A mí me paso eso. Dijo: "Tenemos que hacer una prueba: me tenés que traer el boceto del personaje que es así, asá, más dos páginas para presentar la historia. Aquí está el guión". estábamos hablándolo en el hotel a las siete de la tarde, más o menos, y yo le digo: "Bueno ¿pero para cuando lo querés esto?, "Y mira... yo mañana me levanto a las seis de la mañana", me dijo (risas). Y yo me quede mirándolo ... y él tiene un amigo acá de la infancia, Johnny se llama Juan; y le dice: "Johnny, acompáñalo a Walther por favor". Por que este hombre es como que le prepara todo, no diría como su valet pero... es como su secretario, digamos. "Acompáñalo a la puerta", le dice; "Bueno, Walther, espero que no llegues cuando me estoy duchando", me dice. Y yo me paré en la calle, con la carpeta en la mano, y me dije: "Este tipo esta hablando en serio". porque ya se había ido el otro, yo estaba en la calle y, evidentemente, no había otra orden. Me fui a casa, boceté los personajes muy sueltos, planté la página - me estaba cayendo de sueño - y dije: "No. Para dormir dos horas, mejor entinto la página". La entinté, volví, la miró, le gustó, mando a Johnny a sacarles unas fotocopias reducidas a la conserjería del hotel, y por fax mandó los dibujos y a los veinte minutos le llegó la contestación de los tanos que le decían: "Listo. Adelante con la serie." Hasta ese entonces el trato que había tenido con los italianos era siempre por terceros: Albiac, por ejemplo, venía y me decía: "Los italianos van a pagar tanto", "Buenísimo", "Los tanos me mandaron esto, dicen que cambies tal cosa". Yo jamás había hablado con ellos. Lo que pasó inmediatamente es que en el fax en que venía la aprobación con detalles a corregir decía: "Para Walther: domani, a la hora italiana, vamos a hablar por teléfono."

· (A.A.): Era otro el trato...

· [W.T.]: Era otro el trato. Y fue así. Espere sentado hasta las seis de la mañana argentina y sonó el teléfono: era Sergio Loss, que es jefe de todo en Eura. A partir de ahí yo empecé a tener un trato personal con él y con toda la gente de Eura, que después se transformo en un trato amistoso que todavía hoy conservo.

 El Peregrino

· (A.A.): ¿Cuánto duró El Peregrino?.

· [W.T.]: Duró... 58 capítulos que se editaron en dos libros de casi 400 páginas. Dos libros hermosos y monstruosos de grandes, en una colección que se llamaba: "El Gigante de la Aventura", en la que ellos condensan en uno, dos o más libros toda la vida de una serie; así salió "Savarese", "Kayan"... todo lo que se te pueda imaginar que salió acá en Columba, salió en esa colección. Lo que nos importa a nosotros, Nippur, salía junto con Dago, desde hace unos años, en una colección que se llama Eurocomix y que se publicaba en papel ilustración y formato francés de tapa dura; y lo repintaban. Pero lo que ellos hacían para armar ese formato es que cambiaban las viñetas de lugar, readaptaban y ampliaban cuadros...

· (A.A.): Eliminaban algunos...

· [W.T.]: También. A veces no les quedaban muy bien porque ellos trabajan con fotocopias que les mandaba Columba, que a su vez tenían que fotocopiar para ampliar... y hay veces que el dibujo quedaba medio pulcro, pero bueno... La edición era linda, muy linda. Yo la vi porque Robin traía. Nunca me llegaron a dar nada los italianos porque en esa época yo era muy jovencito y no tenía ese trato con ellos... Y bueno, nada: yo estuve casi catorce años trabajando con ellos.

· (A.A.): ¿Y cuando surge la posibilidad de hacer "Nippur"?. ¿La propuesta original era dibujar "Nippur" o "El Joven Nippur"?

· [W.T.]: Las dos cosas. Robin quería que yo hiciera las dos cosas, pero en ese momento estaba haciendo trabajos para Alemania que estaban muy bien pagos y me gustaba mucho porque eran historietas de terror pero para chicos, y a mí siempre la historieta juvenil, infantil siempre me gustó mucho. Y andaba con muy poco tiempo, no me sobraban los tiempos y la plata era buena, entonces, cerraba perfectamente todo. Pero estaba Robin diciéndome: "¡Hace Nippur!", y estaba mi corazoncito del lado de "Nippur". Y sucedió algo: "Nippur" iba a salir a pedido de los italianos, se iba a producir directamente para Italia y republicar en la Argentina, pero Robin estaba saturadísimo de laburo: tenía la semanal de "El Peregrino" que eran cuatro capítulos por mes, la semanal de "Starlight" que eran otros cuatro capítulos más por mes, estaba terminando de escribir "Anders" con Falugi - y también "Amanda"-... tenía como ocho series y no podía más. Entonces los italianos le dijeron: "Bueno, concéntrate en "Dago, Amanda" y no me acuerdo que otra cosa más; ahí cayó "El Peregrino" y otras series que ellos consideraron que no tenían la importancia de que ya tenía "Dago" y que Robin no se iba a poder diversificar ¿no?. Por lo que Nippur no se convirtió en serie regular. El capítulo ese que yo hice a mi no me gusta, primero porque fui forzado por Robin a inflarlo a Nippur, a convertirlo en un físico culturista monstruoso, me dijo: "A vos te gustan los super héroes y conoces de super héroes, vos tenés que saber"; entonces yo le levaba los bocetos y él me decía: "No, más grosso, más grosso", y al final se termino convirtiendo en un personaje de "Image" grotesco. Encima me presionó porque Columba iba a sacar un libro de la gran siete para los treinta años de "Nippur", iba a ser un libro gordo, para seguir la colección de los libros de las espadas formando la "N",... entonces Robin me apuró y yo en una semana tuve que hacer ese capítulo.

· (A.A.): ¿Ya estaba metido Muñoz en el proyecto o no?

· [W.T.]: Muñoz hereda ese proyecto porque ya venía laburando en Columba. A él lo conocí allí haciendo diseño gráfico.

· (D.V.): Cuando te plantean empezar con Nippur. ¿Vos cómo lo querías hacer?.

· [W.T.]: Yo quería hacer el "Nippur" de Leopardi.

· (D.V.): A eso iba. ¿Qué dibujantes de los clásicos te gustaban?.

· [W.T.]: Leopardi. A mí me gustaba el Nippur de Leopardi. Ese era el Nippur como creo que sería si hubiese existido: un tipo curtido, fibroso, porque en esa época no se alimentaba demasiado bien a la gente, y un guerrero tenía musculatura a fuerza de evitar que lo mataran...

· (A.A.): Transpiraba todo el tiempo...

· [W.T.]: Exacto. Y bueno, me gustaba esa cosa tan frágil que tenía el "Nippur" de Leopardi que a la vez decías: "A este tipo por ahí lo matan, pero antes va a matar a siete".

· (A.A.): Le toco una etapa brava, como cuando le quitaron el ojo...

· [W.T.]: Claro, exacto, si, si... y el dibujo de Leopardi fue fantástico con la volada del ojo de Nippur, con la flecha en el ojo y todo eso...

· (A.A.): Y no es un artista muy reconocido Leopardi. Y es una pena.

· [W.T.]: Mira, nosotros por ejemplo con Claudio Ramírez, el dibujante de "Cazador", que nos conocemos de toda la vida, juntábamos cosas de Nippur y los dos éramos fanáticos de Leopardi y Mulko. De toda la vida. Bueno, te termino la historia que te estaba contando: finalmente los italianos no confían en que Robin va a tener la producción necesaria con Nippur, por lo que el proyecto se desestima. Las cosas en Columba andaban muy mal por lo que Columba no iba a poder sostener una producción, o sea, pagarle lo que tenía que pagarle a Robin y/o a mí, porque lógicamente yo era un detalle; "un dibujante ascendente" como dijeron alguna vez ellos ahí adentro. Por mí no iba a haber problemas, yo no lo hubiese hecho gratis, pero casi. Aparte ya había conflictos de guita entre Robin y la Editorial porque le debían mucho dinero, cosas que yo conozco de oído y sobre las cuáles prefiero no opinar porque no las conozco realmente. O sea, el proyecto en un momento dado se quedo en nada. Pero Robin quería que yo hiciera "Nippur" y "El Joven Nippur". En el primer Fantabaires que se hace, Robin me trae el primer guión de "El Joven Nippur". Nos encontramos en un bar a la vuelta de esa casona italiana en donde se hizo la convención. Me acuerdo que era un domingo que no estaba ni el loro, estábamos los dos sentados tomando whisky. Me dijo: "Acá esta el guión", yo le digo: "Mirá, yo tengo un ayudante que me entinto los fondos de la última época del "El Peregrino", así, asá, pin, pun se llama Gabriel Rearte" - en ese momento Gabriel no estaba haciendo nada, estaba desocupado - y yo le digo: "¿Por qué no le haces una prueba?", y el tipo: "No, no, no", yo le digo: "Vamos a hacer una cosa: yo te lo llevo como cosa mía, mañana. Vos lo mirás - vos ni siquiera lo saludas - y después me avisas a mí." Y se hizo una cosa muy parecida a eso: yo me levanté, le pedí el teléfono al tipo del bar, hablé con Gabriel: "Mirá, estoy con Robin acá. ¿Mañana te parece que nos encontremos?", "¡Si!". Saltaba en una pata, ¿no?.

· (A.A.): Lógico.

· [W.T.]: Y bueno, Robin se entusiasmó bastante con el look que le dio Gabriel y escribió por su cuenta dos o tres guiones más de "El Joven Nippur". Y Gabriel los produjo lentamente porque Robin los escribía lento y además Columba publicaba lento, también. (risas).

· (A.A.): Dos episodios se publicaron, nada más.

· (D.V.): ¿No sabes si hay otros dibujados?.

· [W.T.]: No. Me parece que Gabriel había empezado un tercero pero ahora no te lo puedo confirmar. Y bueno, al "Joven Nippur" yo lo cedí porque a Gabriel siempre me ha unido una admiración por su laburo, una amistad - una sincera amistad - y por otro lado, porque yo no iba a poder con las dos series. Y a la hora de elegir dije: "No. Yo quiero hacer Nippur". Si me tengo que meter en algo cortante como es entregar una producción que no sé si la voy a cobrar o la voy a cobrar mal, sí me voy a quemar, me voy a quemar con "Nippur", no con algo que no sé como va a seguir, porque "El Joven Nippur" ni siquiera estaba en los planes para ir a Italia.

· (D.V.): ¿Vos te quedaste con las ganas?

· [W.T.]: Y sí. ¿Cómo que no?. Es Nippur. Yo cada tanto he hecho para mí un Nippur, así, un dibujito a un costado de una hoja. Nippur es... maravilloso.

[Nota: dando muestras de su proverbial incivilidad y su total falta de educación, Ariel Avilez abandona la charla].

 Nippur arquero (publicidad)

· (D.V.): ¿Te quedo en el tintero algún otro personaje de Wood o de Columba?.

· [W.T.]: No, no. La verdad, Columba era Nippur para mí. Dibujar Argón estuvo bueno. Argón tenía su publiquito también.

· (D.V.): Yo (risas).

· [W.T.]: Mi fugaz carrera en Columba fue la de "el joven que le gustaba mucho comic europeo y que tenía influencias de todo eso y no encontraba lugar en donde ubicarlo". Entonces las historias clásicas yo ni las toqué. (D.V.): Actualmente. ¿Vos estás trabajando para que mercados?

· [W.T.]: EE.UU.

· (D.V.): ¿En que estás trabajando?

· [W.T.]: Con Gabriel Rearte estoy trabajando para "Millestone Press" y estoy haciendo una miniserie de Warren Ellis para "Avatar Press".

· (D.V.): ¿Y en Europa?

· [W.T.]: Mirá, hice con Néstor Barron para Italia una miniserie que fue una de las pequeñas satisfacciones que he tenido en estos días, una miniserie que se llamo "El arte del fuego" y que fue elegida por el público como una de las cinco mejores del año. Además, Néstor llevó varios proyectos a la Eura - también fue a filmar un documental para el canal Infinito - y bueno, se los aprobaron. Llevó plots y desarrollos de las historias en sí, y uno de los posibles para trabajar en una de las series soy yo, porque Barrón me llamo y me dijo: "Che, ¿te parece que hagamos esto?", le dije: "Y bueno, cuando tengamos tiempo lo hacemos". Y hace poco los italianos lo llamaron para preguntarle como iba eso que les mandaba, y Néstor les dijo que Walther estaba de acuerdo, que no tenia mucho tiempo ahora pero que todavía teníamos que hacer los personajes para que "nos aprobaran de verdad" la serie, a lo que le dijo el directo de la editorial: "No. ¿Qué prueba van a hacer ustedes?. Ya esta eso. Manden la serie directamente". Y eso fue muy grato para mí, es muy lindo escuchar de repente que un editor diga eso. Y bueno, nada: yo tengo esa serie ahí, esperando, y si o si la quiere hacer a principios de este año, por lo que tengo que apurar un poquito los tiempos con lo de EE.UU., trabajo que económicamente es grato, pero creativamente no me dice nada.

 Sprecken          Suicide

· (D.V.): A eso iba ir. Vos estuviste trabajando bastante en el mercado europeo, en el norteamericano y en el argentino. ¿En cuál te sentís más cómodo?. ¿Cuáles son las grandes diferencias que notás?. ¿Te cuesta adaptarte de mercado a mercado?.

· [W.T.]: Si. Mirá, yo uno de los motivos por los cuáles no seguí trabajando con Marvel es justamente que no podían encontrar, como me dijo Joe Quesada en un momento, "el proyecto justo o correcto" para un estilo tan raro como el mío, porque no era ni una cosa ni la otra, porque yo tenía - él me decía - los medios tonos y las líneas entrecruzadas de los valores europeos. Digamos, el problema siempre estuvo en mí, porque yo tengo una mezcla de cosas que trato de ir puliendo en la medida que me interesa trabajar o no en un proyecto. Yo estuve ternado para ser uno de los dibujantes que iba a seguir con "Los Vengadores" ("The Avengers"), pero yo cometí "un error involuntario"porque yo no me adapte al estilo que ellos querían: yo tenía que convertirme en una especie de Stuart Innonen. Yo últimamente estoy recontra enamorado del manga, entonces hice una muestra muy manga y bueno, no sirvieron. Las pagaron, todo, pero dijeron: "No, mira, nosotros queríamos esto otro". Pero la historia es que últimamente estoy tratando de hacer cosas que me gratifiquen y no estoy dispuesto a hacer algo - después de tanto tiempo de esto - que me disguste. Yo, por ejemplo, lo digo abiertamente, no podría hacer "El Capitán América", no me interesa, no entiendo ese personaje. Sí entiendo los "X-Men", me encantan. Yo soy un tipo que conozco muchísimo porque soy un lector de comics, soy un comprador mal de comics, de seguir series, de buscar cosas... yo con él público con el que más afinidad tuve fue con los italianos. Yo tengo una relación personal con muchos de ellos: me mandan cartas, me mandan libros, me mandan discos.

· (D.V.): ¿Pero te gusta el mercado?. ¿Te gusta cómo funciona?. El formato...

· [W.T.]: Me encanta. Si, si, me gusta mucho. Me gusta la historia de que el personaje es importante. No importa que la dibuje el mejor o el peor: ellos necesitan saber que pasa con la vida de su personaje, y si está bien dibujado, buenísimo, y sino ya vendrá un buen dibujante, pero ende mientras el personaje siguió viviendo en esa revista. Eso me parece maravilloso. Los italianos, por otro lado, son muy apasionados: no te perdonan por ahí que vos hagas una historieta magnífica y al mes siguiente hagas una cagada. No te lo perdonan. Si vos sos bueno tenés que ser bueno siempre, y si sos malo y ellos se acostumbraron a que vos seas malo, esta todo bien también ¿no?. porque el mercado da lugar para eso.

· (D.V.): ¿Porqué siempre trabajaste para Eura?. ¿Nunca te interesaste o te interesaron de la Bonelli, que es la otra gran editorial de Italia?.

· [W.T.]: Mirá, la verdad es que yo trabajando para Eura siempre estuve muy cómodo, como ya te dije, a partir de trabajar con Robin tuve una relación personal y amistosa con los editores. Hubo una situación muy personal, sobre todo cuando viajé a Europa y pasé por Italia. Encima pagaban muy bien: yo trabajando para Eura gané mucha guita, me pude comprar una casa, le pude comprar una casa a mis viejos, me pude comprar un auto... eso es, para mí, mucha guita, no la que tiene Menem ¿me entendés?. Yo no sabría que hacer con esa guita.

· (D.V.): ¿Y consumís historietas actualmente?

· [W.T.]: Últimamente estoy comprando mucho manga. La última gran compra que hice fue la semana pasada, que conseguí por fin los seis tomos japoneses originales de Akira; los tengo ahí, son seis guías teléfonos con todo Akira y me voy a quedar ciego mirándolo. Consumo mucho manga. Yo no sólo soy un lector sino que soy un estudioso de las formas; yo respeto mucho el arte del que dibuja bien y del que dibuja mal.

· (D.V.): Y últimamente está ejerciendo una influencia fuerte en vos el manga. En lo último que se vio acá, en "Babetool", se notaba.

· [W.T.]: Sí, sí. Mirá, "Babetool" fue una experiencia mía. Yo venía hace rato consumiendo manga y quería ver hasta donde yo era capaz de hacer algo parecido al manga, pero entendido como narrativa, entendido como estética que viene a partir de buscar valores en la trama, ponerme a pensar después de entintar que volumen podía tener tal o cuál cosa; era un ejercicio para mí, para perfeccionar una técnica que me servía tenerla, nada más. Y bueno, "Babetool" termino convirtiéndose en un libro que no está en los kioscos y del que todo el mundo esta hablando. Es sorprendente.

· (D.V.): Estamos hablando del que se va a editar en Londres.

· [W.T.]:Yo he visto páginas en francés que hablan de Babetool, páginas en portugués. Basta poner "Babetool" en un buscador y te sale una tira de gente que está hablando de ese libro que, te repito, se esta imprimiendo esta semana.

· (D.V.): ¿Y el estilo de manga se esta notando en otros trabajos tuyos, en los que estás haciendo actualmente?

· [W.T.]: Estoy haciendo... resulta que existe en este país un distribuidor de revistas que esta produciendo material acá y lo esta vendiendo en EE.UU. Y bueno, yo soy uno de los dibujantes que esta haciendo material para él, y estoy haciendo una especie de amerimanga que esta teniendo unas ventas regulares, por lo cuál ya estamos haciendo el número tres y se esta planeando el primer arco argumental hasta el número seis... y yo esto experimentando.

· (D.V.): ¿Con guión de quién?

· [W.T.]: De un tal Mauro Mantela, que es un muchacho joven que lo primero que ha hecho es esto y está muy bien. Yo por lo pronto estoy trabajando con muchos de mis alumnos; y es muy divertido porque no sólo estamos compartiendo el trabajo, sino la guita y el cartel. Bueno, Martín (Torralba) es uno de ellos, y ahora estoy haciendo algo con (Tito) Viacaba, un chico que trabaja en "H de héroes".

· (D.V.): La última. ¿Qué pasa con tu sitio web?

· [W.T.]: Tendríamos que preguntarles a Néstor Ruiz, que lo está armando y que es un alumno mío, también. Ya viene mi página. El sitio está es www.walthertaborda.com.ar... Va a tener el uso comercial de toda página web de dibujante que va a ser para mostrar cosas, pero lo que yo quiero que tenga es lo que llamé la "Escuela Superior del Comic", que es una escuela online en la que hay cuarenta y tres lecciones listas, con textos y dibujos de mi autoría por lo cuál no hay que pagarle derechos a nadie para bajarse todo eso. Mi intención es hacer un libro para que el que no pueda pagarse un curso con alguien que realmente sepa - como puede ser mi caso, como puede ser el caso de Alcatena, como puede ser el caso del maestro Zanotto u Oswal; ojo no me pongo a la altura de los maestros: simplemente estoy dando clases, punto -. Eso es lo que quiero, que exista un sitio donde haya información genuina, porque yo estoy hablando de todo lo que a mí me sirvió para venderle dibujos a gente que pago por ellos. Son dos años de laburo que yo estuve armando y que esta en un disquito que falta subir . Yo creo que de febrero o marzo eso no pasa y voy a tratar de difundirlo porque, realmente, no hay escuelas gratuitas - excepto www.dibujando.com - para bajar material. Si hay varias que son malas, muy malas. Y es muy jodido eso porque yo, como docente que soy, tengo que confrontar con padres que me traen sus hijos y tengo la responsabilidad de que hay un tipo que está poniendo en tus manos, durante dos horas, la vida y el futuro de su hijo. Entonces para mí dar clases no es una joda, es probablemente lo más importante que me ha tocado vivir en los últimos años. Ya que estamos, voy a tirar el chivo: yo doy clases en un lugar muy piola que es la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de San Fernando; pagás una cooperadora de $ 15 y si no podés pagar, no pagas nada. Es así de fácil y sencillo, pero para ganarte esa beca tenés que demostrar que tenés muchas ganas de estudiar y que te vas a romper por estar ahí. Y esto viene a cuento de que yo recuerdo cuando era chico y que era un fan de la historieta, mis viejos se tuvieron que romper el alma para poder pagar profesores magníficos como los magníficos profesores que tuve. Yo tuve esa suerte, hay gente que no la tiene. Esa es la historia de mi página. Ya viene. Esta viniendo. Si no, Néstor Ruiz va a morir (risas).

 Nippur anciano en lienzo

Daniel Vigide Agre y Ariel Avilez

 

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